¿Cómo es una estrella
fugaz?, muchos como yo deben hacerse esa pregunta. Se dice que cumplen deseos,
pero desgraciadamente, muy pocas veces se logra ver una.
¿Serán grandes? ¿Serán doradas, o
serán plateadas? ¿Serán luminosas? ¿Realmente cumplirán deseos? Me pregunte
siempre eso. Nunca creí que realmente se me cumpliera un deseo, pero como mi
mama cuando yo era niña observaba las estrellas conmigo, y siempre me dijo que
si tuviera la oportunidad pidiera el mejor deseo, adquirí el hábito de
observarlas.
El día en que ella murió, cuando yo
tenía dieciséis, por primera vez vi una. Mi deseo fue que mi madre volviera, no
esperaba mucho y me fui a dormir pensando en su accidente ¿Por qué ese auto tenía
que atropellarla?, me lo pregunte mil veces, hasta que finalmente me quede
dormida llorando. Al otro día oí una voz familiar que me despertó, al
levantarme a ver quién era descubrí que era ella, era mi madre. Mi única
familia había vuelto ¿Cómo podía ser?
Minene:” ¿Mamá, sos vos?-
Llorando.”
Madre:”Si hija, no sé cómo pero volví
ala vida.-Abrazandola.”
Minene:”Pero, ¿Cómo puede ser?”
Madre:”No lo sé, a mi también me
interesa saberlo.”
Una voz desconocida:” Yo puedo
decirles.”
¿Quién era ese niño? Ninguna de
nosotras lo conocía, ¿Quién podía ser?
Minene:” ¿Quién eres?”
Voz desconocida:” Yo soy un
demonio, el demonio de la estrella fugaz a la que pediste el deseo. Vi tus
sinceros sentimientos y regrese a tu madre, pero ella, ya no es humana.”
Madre:” ¿Qué? ¿Cómo que ya no soy
humana?”
Demonio:” No lo eres, ahora te
convertiste en un zombie. Ya no podrás llevar la misma vida que antes.”
Minene:” ¿Por qué? ¿En que se
diferenciara su vida?”
Demonio:” Te digo que tu madre es
un zombie y te preocupas mas por que cambiara en vez de si pudiera comerte,
eres muy extraña, pero también interesante.”
Minene:” Se que no me hará daño.”
Demonio:” Bueno se los diré,
presten mucha atención. Ya no podrás salir al sol mas, tu piel se secaría,
ninguna herida que te hagas, por más grave que se, te hará daño y por último el
precio por el cual te reviví no es pagado perderás el control y no se garantiza
lo que pueda suceder.”
Madre:” ¿Precio? ¿Qué precio debo
pagar?”
Demonio:” Para revivir se
necesita un fuerte deseo, y ese fue el de tu hija, pero además de eso necesito
algo muy preciado de ella para que puedas permanecer aquí como estas ahora, su
alma.”
Minene:” Esta bien, te la daré, no me
importa.”
Madre:” Minene, ¿Estás loca? No
puedes dar tu alma.”
Demonio:” Déjenme terminar, no
debes dármela ahora. Cuando llegue el momento de tu muerte yo volveré y en ese
momento me llevare tu alma y la de tu madre al cielo donde se convertirán en
estrellas para alcanzar el descanso eterno.”
Madre:” Eso quiero decir que
podemos descansar felices después de todo este tiempo, ¿Cierto?”
Demonio:” Así es.”
Minene:” Pero hay algo que no
entiendo.”
Demonio:” ¿Qué cosa niña?”
Minene:” Si eres un demonio y no
ganas nada con esto, ¿Por qué nos ayudas?”
Demonio:” Realmente el nombre
demonio es uno de los que se nos otorgan. También se nos conoce como hadas o
ángeles, normalmente no tenemos malas intenciones, pero hay algunos de mi
especie, muy pocos, que son malignos y por culpa de ellos tienen malos
conceptos sobre nosotros, no somos malos.”
Madre:” Wau… eso es increíble.”
El ángel o demonio, no sé cómo
llamarlo realmente, comenzó a desaparecer, pero antes de irse nos dijo unas
últimas palabras.
Demonio:” Disfruten este tiempo
extra juntas que se les ha otorgado. Ya nada importa además de que estén
juntas. Adiós, nos veremos luego.”
Al terminar eso desapareció por completo.
Ahora a los ochenta años, recuerdo junto a mi madre ese día. Estoy a punto de
morir eso significa que vendrá por nosotras. Espero que algún día alguien
especial note que esas dos estrellas siempre estarán juntas y brillaran a la
par.
jueves, 30 de julio de 2015
El chico y el hada.
Había
una vez en un bosque muy grande, un hadita del agua que se encargaba de cuidar
el rio. Un día mientras jugaba con los pececitos, vio que se acercaba una
persona, asustada, se escondió bajo el agua. Pero, eso no impidió que el la
viera. Se acerco a ella y le dijo:
-¿Quién eres? ¿Por qué te escondes?
-Soy el hada que cuida este rio ¿No temes de mi?
-¿Por qué lo haría? ¿Puedo quedarme contigo?
Comenzaron a charlar y ambos notaron una conexión, el joven iba a verla todos los días al rio, hasta que uno de ellos, decidió confesarle su amor.
-Necesito decirte algo.
-Dime.
-Cada día que he venido a verte se hicieron mas y mas fuertes mis sentimientos, yo, estoy enamorado de ti.
-Pero, nosotros no podemos estar juntos, yo soy un hada, un ser inmortal de los bosques, y tu, un joven mortal.
-No me importa, daré lo que sea por ti, incluso mi alma si es necesario.
-Solo hay una forma, tendremos que huir y renunciar a este rio, solo así me convertiré en una humana ¿Estás dispuesto a dejar todo?
-No hay nada que me importe más que ti, puedo dejarlo todo atrás.
El joven y el hada escaparon, lo que ella nunca supo es que él era el joven rey del reino cerca del rio, y que abandono todo por estar con el amor de su vida.
-¿Quién eres? ¿Por qué te escondes?
-Soy el hada que cuida este rio ¿No temes de mi?
-¿Por qué lo haría? ¿Puedo quedarme contigo?
Comenzaron a charlar y ambos notaron una conexión, el joven iba a verla todos los días al rio, hasta que uno de ellos, decidió confesarle su amor.
-Necesito decirte algo.
-Dime.
-Cada día que he venido a verte se hicieron mas y mas fuertes mis sentimientos, yo, estoy enamorado de ti.
-Pero, nosotros no podemos estar juntos, yo soy un hada, un ser inmortal de los bosques, y tu, un joven mortal.
-No me importa, daré lo que sea por ti, incluso mi alma si es necesario.
-Solo hay una forma, tendremos que huir y renunciar a este rio, solo así me convertiré en una humana ¿Estás dispuesto a dejar todo?
-No hay nada que me importe más que ti, puedo dejarlo todo atrás.
El joven y el hada escaparon, lo que ella nunca supo es que él era el joven rey del reino cerca del rio, y que abandono todo por estar con el amor de su vida.
El cielo que llora.
Takagi,
quien formaba parte del grupo de niños que perdieron a sus padres en una pelea
entre pueblos, todas las noches, se acercaba a la ventana y contemplaba el
cielo desde el cuarto, el cual compartía con el resto de los niños en la
iglesia. Recordaba cuando solía jugar con su madre, quien murió días antes de
la batalla, por una enfermedad terminal. La noche de su muerte llovía demasiado
fuerte y antes de partir su madre le dijo <<El cielo sabe que un alma se está
por ir, por eso llueve. Cuando notes que el cielo llora como ahora no llores tú,
aprovecha la oportunidad de despedirte de tus seres queridos. Esta la última
lección que tu madre te dará. Adiós Takagi. >> Con esas palabras de
aliento, el alma de su madre salió del cuerpo y se fue al cielo, al cabo de
unos minutos la lluvia había cesado, pues, el alma ya no residía en el cuerpo
por el cual el cielo lloraba, si no que estaba libre en el.
Takagi, noche tras noche, observaba el cielo hasta cansarse, esperando ver a su madre volando entre las nubes, con su padre quien murió en la batalla que tuvieron su pueblo y el vecino por las tierras, lo único que quería era verlos sonriendo tal y como lo habían hecho la última vez que los vio.
La noche en que se cumplieron dos meses de la muerte de su madre volvió a llover pero, esta lluvia, era incluso más fuerte que la de esa noche. El sabía que tenía que despedirse de alguien pero de quien, comenzó a dar vueltas por la habitación mientras el resto de los niños dormía, cuando comenzó a sentir un olor a quemado, abrió la puerta para revisar que era el olor, noto que todo el pasillo que conducía hacia la entrada de la iglesia estaba en llamas. Intento despertar a sus amigos para que pudieran escapar pero, era imposible. Al acercarse a una cama, lo vio, ahí recostado, su propio cuerpo, luego se miro él y noto que estaba translucido, era un alma, ya había muerto.
Su mejor amigo se despertó sobresaltado, tal vez hubiera sido por el olor a humo, nunca lo sabrá, gritaba fuertemente, el resto de los niños también se despertó. La puerta estaba en llamas pero, una ventana estaba abierta, la ventana por donde siempre miraba Takagi, en ese momento, Mashiro, su amigo de Takagi quien había quedado huérfano prácticamente al mismo tiempo que él, se dio cuenta que él no se había levantado y empezado a gritar como ellos, seguía inerte en la cama, por lo que, mientras que el resto de los niños salía por esa ventana, se le acerco y lo zamarreo hasta cansarse pero, eso no lo despertaba, pronto lo noto, Takagi no respiraba y recordó cuando le conto el día que su madre murió , sonriendo. Con un llanto ahogado dijo antes de salir al exterior con el cuerpo de su amigo a cuestas <<Esta noche nos tocaba despedirte a ti, por eso el cielo lloraba tan fuerte, lloraba por ti, ojala la hubiera visto antes, te hubiera podido despedir con una sonrisa tal y como tu madre te dijo que debía hacerse. >>
Nunca se supo la razón del incendio en la iglesia, aunque, se sospecho que lo causaron los mismos vecinos con los que lucharon sus padres. El que miraba el cielo todas las noches ya no era Takagi, si no que, era Mashiro, esperando ver a su amigo jugando con su madre y su padre entre las nubes. Aunque este no lo sabía, Takagi, noche tras noche iba a observarlo con la esperanza de verlo sonriendo. Ambos estaban en sintonía, esperaban verse el uno al otro, Mashiro no podía verlo, pero sentía su presencia por lo que sonreía y eso ponía feliz a Takagi. Aun estando muerto seguía disfrutando de la compañía de su amigo y su madre y su padre lo esperaban entre las nubes para jugar.
Takagi, noche tras noche, observaba el cielo hasta cansarse, esperando ver a su madre volando entre las nubes, con su padre quien murió en la batalla que tuvieron su pueblo y el vecino por las tierras, lo único que quería era verlos sonriendo tal y como lo habían hecho la última vez que los vio.
La noche en que se cumplieron dos meses de la muerte de su madre volvió a llover pero, esta lluvia, era incluso más fuerte que la de esa noche. El sabía que tenía que despedirse de alguien pero de quien, comenzó a dar vueltas por la habitación mientras el resto de los niños dormía, cuando comenzó a sentir un olor a quemado, abrió la puerta para revisar que era el olor, noto que todo el pasillo que conducía hacia la entrada de la iglesia estaba en llamas. Intento despertar a sus amigos para que pudieran escapar pero, era imposible. Al acercarse a una cama, lo vio, ahí recostado, su propio cuerpo, luego se miro él y noto que estaba translucido, era un alma, ya había muerto.
Su mejor amigo se despertó sobresaltado, tal vez hubiera sido por el olor a humo, nunca lo sabrá, gritaba fuertemente, el resto de los niños también se despertó. La puerta estaba en llamas pero, una ventana estaba abierta, la ventana por donde siempre miraba Takagi, en ese momento, Mashiro, su amigo de Takagi quien había quedado huérfano prácticamente al mismo tiempo que él, se dio cuenta que él no se había levantado y empezado a gritar como ellos, seguía inerte en la cama, por lo que, mientras que el resto de los niños salía por esa ventana, se le acerco y lo zamarreo hasta cansarse pero, eso no lo despertaba, pronto lo noto, Takagi no respiraba y recordó cuando le conto el día que su madre murió , sonriendo. Con un llanto ahogado dijo antes de salir al exterior con el cuerpo de su amigo a cuestas <<Esta noche nos tocaba despedirte a ti, por eso el cielo lloraba tan fuerte, lloraba por ti, ojala la hubiera visto antes, te hubiera podido despedir con una sonrisa tal y como tu madre te dijo que debía hacerse. >>
Nunca se supo la razón del incendio en la iglesia, aunque, se sospecho que lo causaron los mismos vecinos con los que lucharon sus padres. El que miraba el cielo todas las noches ya no era Takagi, si no que, era Mashiro, esperando ver a su amigo jugando con su madre y su padre entre las nubes. Aunque este no lo sabía, Takagi, noche tras noche iba a observarlo con la esperanza de verlo sonriendo. Ambos estaban en sintonía, esperaban verse el uno al otro, Mashiro no podía verlo, pero sentía su presencia por lo que sonreía y eso ponía feliz a Takagi. Aun estando muerto seguía disfrutando de la compañía de su amigo y su madre y su padre lo esperaban entre las nubes para jugar.
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